Hoy viajamos al mundo de Eva Claessens, una artista belga multidisciplinar que captura emociones con su trazo sutil. Un estilo distintivo que se reconoce al instante y que presentamos junto a Frenchy Madrid por primera vez en España. Con ella conocemos parte de su universo. Desde Garzón (Uruguay), donde reside, viaja con un movimiento fluido para pararse solo donde se siente bien.

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¿PODRÍAS CONTARNOS ALGO DE TI, TU TRAYECTORIA Y CÓMO NACE TU INTERÉS POR EL ARTE?
Nací y crecí en Amberes, pero me fui de Bélgica cuando tenía 18 años y luego pasé siete años en Italia, quince en Francia y seis en Uruguay. A los seis o siete les dije a mis padres que de mayor quería ser artista y que me iba a Italia a pintar. Mi interés por el arte surgió de una manera intuitiva y me fui a Italia sin conocer a nadie y sin ningún tipo de condicionamiento externo.

¿QUIÉN TE INSPIRA?

Mi inspiración está en mi cabeza, siempre busco capturar emociones y sentimientos específicos en movimiento, pero mi trabajo tiene sus raíces en la naturaleza. Estar al aire libre en el mundo natural me da libertad en mi mente y cuerpo para expresar mis pensamientos. En una ciudad, por ejemplo, con mucha gente y distracción, me siento abrumada y me resulta imposible respirar. Este tipo de vida conduciría a un tipo de arte totalmente diferente: algo que no soy "yo".

HAS TOCADO DISTINTAS DISCIPLINAS, ¿CÓMO ES TU PROCESO DE TRABAJO?
Pinto con acrílico sobre diversos soportes como el lino y el algodón. Esculpo y también hago grabados. Hay una investigación profunda alrededor de cada pieza. Es algo que hago desde que soy muy joven y que disfruto. Siempre pinto a partir de modelos reales, jamás de fotografías, por lo que parte del proceso es compartir tiempo con ellos, aún cuando son parejas, para que luego el posado fluya libre, con sutileza. 

“Mi trabajo tiene sus raíces en la naturaleza.”

“Soy ciudadana del mundo, estoy en los sitios el tiempo que siento que debo estar”

¿QUÉ SENTIMIENTO SE REPITE MÁS EN TU OBRA?
Capturo emociones, sensaciones, momentos de la cotidianidad. Creo que mi obra es más para sentir que para definir, no es intelectual, habla de momentos del día a día, por eso me gusta darle la apariencia de que no está terminada, como la vida misma, y con la idea de que cada quien pueda concluir la pieza con su mirada.

¿CÓMO TE HAN AFECTADOS A NIVEL ARTÍSTICO ESTOS DOS ÚLTIMOS AÑOS?
He seguido creando a pesar de que se pararon algunos proyectos. No he podido viajar, pero a nivel artístico no he dejado de trabajar.

¿QUÉ INFLUENCIA HAN TENIDO LOS VIAJES EN TU OBRA?
Me mueve el arte, cuando viajo es por trabajo y a veces me he quedado en el destino de una forma muy natural, sin premeditar. Nunca viajo sin lápices, papel y un buen libro.

NACISTE EN AMBERES, PERO HAS VIVIDO EN DISTINTOS LUGARES, INDIA, FRANCIA, CHICAGO... INCLUSO EN EL DESIERTO DE ISRAEL ¿TE CONSIDERAS DE ALGUNA PARTE?
Soy ciudadana del mundo, estoy en lo sitios el tiempo que siento que debo estar, no son paradas fijas, es un movimiento fluido y algunos lugares me atrapan.

“Capturo emociones, sensaciones, momentos de la cotidianidad”