Mientras Morago plasma sus creaciones en sus inmensos lienzos monocromáticos, Indira compone en su estudio los temas que después ven la luz en los mejores clubs del mundo. La música y el arte llenan su vida, y aunque son ciudadanos del mundo han construido en la Sierra de Madrid su casa soñada, un oasis lleno de paz con reminiscencias a la isla de Lanzarote, ahí conviven con el resto de la familia, Tekila & Bacon. Bienvenidos.
Lo llevan en la sangre, David, hijo y nieto de artistas, pasó gran parte de su infancia entre lienzos, y en el Museo de Ciencias Naturales, donde analizaba y contemplaba a los animales estáticos, también sus registros y catalogaciones, todas estas vivencias son las culpables de su representativo y reconocido estilo hiperrealista tan vinculado a la naturaleza.
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"Nuestra casa forma parte de nuestra obra."
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“Vivir aquí es algo inspirador."
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Indira, mitad italiana, mitad canaria, heredó de su padre la sensibilidad a la música y su carácter libre, médico de profesión y DJ en los años 90 en Goa, de su madre Italiana, le viene la fuerza y el carácter, ambos inspiraron a Indira para precozmente empezar a crear música a sus 16 años. Hoy recorre el planeta por los mejores clubs del mundo, diseña moda, cocina y crea en cada una de sus facetas.
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"Esta casa es como un templo para nosotros, es un lugar que nos llena de paz."
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“Ser artista, es ser una persona que busca la auténtica verdad."
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FOTOGRAFÍA: Marta Tena · VIDEO: Bratvolk