Una pieza que encarna la elegancia imperfecta del trabajo manual y el equilibrio entre tradición y diseño contemporáneo. El sobre de esta mesa está compuesto por teselas de zellige elaboradas a mano, una a una, con arcilla natural, esmaltadas y cortadas con precisión artesanal. El resultado es una superficie vibrante, llena de matices, donde la luz se refleja de forma sutil y cambiante.

La base de hierro forjado de líneas depuradas y estructura ligera aporta una sensación de ligereza y contraste, enmarcando la riqueza del zellige con una estética sobria y atemporal. 

Cada unidad es única: una celebración del oficio, la tradición y la belleza con alma.